Las variaciones genéticas en el gen que transporta la serotonina, que es crucial en la regulación de las emociones y en los monos y los seres humanos, la forma el comportamiento social. El descubrimiento de la Universidad de Duke (EE.UU.), publicado en la revista "PLoS One", puede ayudar a crear un nuevo modelo para estudiar el autismo, el trastorno de ansiedad social y la esquizofrenia.
Los seres humanos y los monos son los únicos miembros de la familia de primates que tienen este rasgo genético, que influye en las molestias con experiencia en el contexto de recompensas sociales. Para llegar a esta conclusión, los científicos estudiaron el comportamiento y la ansiedad social en dos grupos de monos mostraron que las variaciones en el gen transportador de serotonina. Asuntos de la agencia EFE, con la información del EcoDebate.
Ellos ya saben que hay dos versiones del gen en los seres humanos: largo y corto, que puede repetirse en el par de cromosomas aparecen o combinados. Aquellas personas que tienen un gen de cada tipo tienen una mayor incidencia de trastorno de ansiedad social y otras conductas.
La experiencia con el mono rhesus (divididos en dos grupos con una larga y genes de genes de largo y corto de genes y los genes de largo), la presencia de la versión corta del gen influyó en el tiempo de los animales cuando los riesgos sociales que enfrentan un estímulo: un estado que tenían funk y emocional eran reacios al riesgo.
La primera prueba era mostrar las imágenes de los animales conocidos rostros de monos de diferentes estatus social (las especies que viven en sociedades y EE.UU. despóticos comportamientos dominantes o sumisos a expresar su categoría social).
Primates con una copia del gen corto dedicado menos tiempo a mirar las imágenes, tenían menos probabilidades de desarrollar un comportamiento de riesgo social y observar las imágenes que aparecen en alto estado de los monos.
Estos animales tenían un diámetro más grande de los alumnos cuando buscaba la poderosa comunidad de animales, una señal que indica una alta excitación. En otro ensayo, también se eligió la opción segura de una cantidad de jugo en vez de correr el riesgo de obtener una porción más grande.
En estudios con seres humanos se ha observado que las personas con la versión corta del gen son a menudo las amígdalas cerebrales (que detectan las amenazas del medio ambiente) hiperactivo.
Según los investigadores, la variación genética en la serotonina ayuda a conformar el comportamiento de los monos por medio de recompensas y castigos.
Dado que estos cambios sólo se producen en los seres humanos y los monos, los científicos proponen el uso de estos animales para estudiar lo que ocurre en el cerebro de las personas, algo que podría arrojar luz sobre trastornos como el autismo, la ansiedad y la esquizofrenia social.
Fuente: eluniversal.com
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