
Su investigación ha revelado que al usar láser para el diagnóstico de diversas enfermedades se eliminaba un número considerable de bacterias resistentes. "Esto facilitaría la utilización del láser para tratar infecciones más benévolas o superficiales y dejar el uso de antibióticos para los casos más graves", asegura el investigador principal del estudio, Michael Wilson.
El equipo demostró que el láser es eficaz para eliminar bacterias como Staphylococcus aureus o Streptococcus pyogenes.
Por otra parte, la utilización del láser en frecuencias menores también ha resultado ser efectiva en el tratamiento contra Pseudomonas aeruginosa, origen de dolencias como la dermatitis o la foliculitis. La creciente resistencia a los antibióticos de estas "superbacterias" provoca estancias hospitalarias prolongadas, e incrementan el gasto hospitalario y farmacéutico. A juicio de los autores del estudio, emplear el láser en pacientes con infección puede suponer un "importante ahorro", especialmente de los gastos generados por los ingresos hospitalarios.