Una de cada diez personas sufren accidente cerebrales silentes
ACV, accidente, cerebrovascular
Agencias - 28/06/2008
Una serie de controles cerebrales de rutina en un grupo de personas de mediana edad mostró que el 10% de ellas había padecido un accidente cerebrovascular (ACV) sin saberlo, informaron el jueves científicos de Estados Unidos. Padecer estos 'ACV silentes', nombre con el que se los conoce, aumenta el riesgo de sufrir nuevos infartos cerebrales y pérdida de memoria, agregó el equipo.
Los investigadores señalaron que las personas con fibrilación atrial, que es la forma más común de arritmia cardíaca en los mayores de 65 años, tenían una tasa más de dos veces superior de ACV silentes. Los infartos cerebrales silentes son lesiones causadas por un coágulo sanguíneo que interrumpe el flujo de sangre al cerebro. "Los resultados refuerzan la necesidad de la detección y el tratamiento tempranos de los factores de riesgo cardiovascular a mediana edad", indicó el equipo del doctor Sudha Seshadri, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, en la revista Stroke.
Los expertos basaron sus hallazgos en imágenes por resonancia magnética (IRM) de unas 2.000 personas con un promedio de 62 años. Las pruebas cerebrales mostraron que el 10,7% había tenido un ACV aún cuando no había presentado síntomas. De ellos, el 84% sólo tenía una lesión en el cerebro.
Perfil de riesgo
Los investigadores luego volvieron a observar los registros médicos para ver si esas personas tenían un perfil de riesgo que predijera un ACV. Lo que descubrieron fue que la fibrilación atrial aumentaba más de dos veces el riesgo de padecer un ACV silente. En la fibrilación atrial, las dos cámaras superiores del corazón no bombean lo suficientemente bien como para vaciarse correctamente, lo que aumenta el riesgo de que se formen coágulos sanguíneos.
Entre el 3 y el 5% de las personas de más de 65 años tienen este problema. Los investigadores aclararon que el estudio no pudo determinar si tratar la fibrilación atrial reduciría el peligro de padecer un ACV silente. Otros factores que aumentaron el riesgo de ACV silente fueron los altos niveles de homocisteína en sangre, un aminoácido que contiene sulfuro y se encuentra en la sangre, la enfermedad de las arterias caróticas y la presión arterial elevada, sobre todo la medición superior, llamada sistólica.
Según la Asociación Estadounidense de Accidente Cerebrovascular, entre las señales de ACV se encuentran cambios en el equilibrio, problemas para hablar, debilidad en un lado del cuerpo, pérdida de visión parcial y dolores de cabeza severos. Los ACV son la tercera causa de muerte en Estados Unidos, detrás de la enfermedad cardíaca y el cáncer.
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